El idiota feliz

¿Con qué frecuencia me he detenido a escuchar a una persona? Me parece triste decirlo pero muy pocas veces, conservo pocos recuerdos de las distintas etapas de mi vida en las que una conversación me haya marcado. Por supuesto que recuerdo las conversaciones más difíciles: la despedida de mi madre cuando decidió irse de la casa, el aviso de mi padre de que había muerto mi abuela Julia, el aviso de que había muerto mi perrita Lola (que de perrita no tenía absolutamente nada ya que era una perra weimaraner que cuando la sacábamos a pasear, más bien nos paseaba a todos), los ya no te quiero… todo esto es reflejo de mi necia costumbre de reciclar y recordar los malos momentos, haciendo a un lado los muchos y muy buenos momentos que he vivido.

Hoy tuve la oportunidad de saborear intensamente varias horas de mi día al encontrarme con gente excelente que con solo un poquito de tiempo me hicieron parte de su día y me hicieron sentir bienvenido en su negocio, en su día y en su trabajo. Recordaba ese placer de sentirte a gusto entre gente que estima tu persona y valora tu presencia; que te abre las puertas de la casa y sientes que hasta te abren las puertas del corazón.

Estoy seguro de que me he convertido en un anciano sensiblero con una tolerancia a las lágrimas similar a la de una anciana nostálgica que deambula entre las fotos y los recuerdos de una familia que ya no está. Escuché una vez en una película de bajo presupuesto y dudosísima calidad una frase que menciona una de las actrices de relleno: Yo siempre he creído que es mejor sentir mucho que no sentir nada. Esa frase me ha acompañado durante mucho tiempo y la he considerado absurda y ridícula, en especial porque así soy; dado que mi madurez para manejar las emociones es similar a la de un ladrillo, siempre he sido víctima de las emociones desbordadas, de los excesos pasionales, por lo tanto, las emociones en mi vida han venido en calidad de desgracia.

Mas, hoy tuve un día que me mostró el otro lado de la moneda de las emociones, el del afecto, el de la pasión por algo que te gusta, el sentir por fin ánimo de ayudar a alguien más a encontrar una alternativa… por eso creo que mi decisión de despedirme del posgrado fue acertada. Hoy pude probar y degustar el gusto de sentir pasión por algo y siento vergüenza de admitirlo pero hacía años que no sentía esto, creo que la última vez fue cuando tenía 24 años y entrenaba Kung Fu; solo me tomó 6 años volver a sentir eso. (Agradezco que no fue mas bien un orgasmo, porque si eso hubiera sido, ya estaría con la cabeza tronada como una calabaza por haberme aventado de un edificio de 12 pisos).

Conforme voy derramando estas ilusas letras, voy cobrando conciencia de lo que me sucedió hoy; me siento contento de haber decidido lo que decidí y estar satisfecho con los resultados. Tomé una decisión que ha puesto en riesgo la estabilidad de mi hogar, sin embargo, por el momento, los resultados son positivos. Y ¿qué sigue? Pues abandonarme a la búsqueda de nuevas pasiones, que afortunadamente ya tengo en espera algunas y nada más para curarme en salud las escribo aquí: fotografía (de preferencia desnudos, ¿alguien se apunta?), maratón (Ale, Arte, ustedes son mi ejemplo más claro), teatro (el buen Rafita tiene mucho que ver en este punto) y la escritura (este es mío y de nadie más, escribo pedorro pero intentamos cambiar el estilo a… pues como pedito silencioso y poco oloroso).

Veo entonces, que a muchos de mis amigos les agradezco que me hayan obsequiado minutos preciosos de su vida, momentos, pláticas, borracheras y hasta lágrimas; mis amigos siguen estando aquí conmigo en el momento en que caliento piernas para echar a correr, o cuando acciono el disparador de la cámara (Jimmy, mi querido Jimmy). Estoy agradecido de que cada acción que llevo a cabo es en la compañía de mis amigos.

Por eso soy el idiota más feliz en este momento.

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3 respuestas a El idiota feliz

  1. Rafa dijo:

    photo or it didn’t happened

  2. Erika dijo:

    Eres un idiota con un corazón y un sentido de la amistad incondicional muy grande. Yo te quiero y te admiro. 😀

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